- 1. No hay que reinventar la rueda. Apliquemos el sentido común.
- 2. Colaborar y emplear recursos compartidos nos ahorrará tiempo. Ya está casi todo hecho. A veces es preferible mejorar una actividad que diseñarla de cero.
- 3. No hay por qué desechar lo que ya se tenga hecho y funcione. Se pueden incorporar actividades previamente usadas: powerpoints, textos, imágenes, etc.
- 4. Un consejo es establecer librerías de colecciones o unidades didácticas con sistemas de carpetas para ir incorporando el material que encontremos.
- 5. Hay que tener en cuenta la edad y el nivel de los alumnos.
- 6. El criterio ha de ser potenciar siempre la participación. Algunas actividades pueden buscarlas o diseñarlas los alumnos en vez de nosotros.
- 7. Se tiene que intentar abarcar diferentes estilos de aprendizaje y considerar las necesidades especiales.
- 8. Las preguntas se orientarán a evaluar objetivos.
- 9. Las actividades han de permitir la revisión y la reflexión.
- 10. Al diseñar una actividad, se recomienda colocar el contenido de manera clara: títulos, subtítulos, letra legible. No hay que recargar con demasiadas cosas, pues la pizarra permite revelar información poco a poco. Se aconseja utilizar la misma fuente en todo el texto, tonalidades de color atractivas, imágenes grandes para equilibrar la página y reforzar lo que se quiere destacar, enlaces ubicados de forma clara, pestañas desplegables…
- 11. Se aconseja incluir notas del profesor: título, tema, nivel, transversalidad, contenidos complementarios, vínculo entre materias, conocimientos previos, objetivos previstos, CCBB, etc. Así podremos identificar la actividad para futuros usos o compartirla con más personas.
- 12. Se recomienda que los contenidos sean prácticos, que exijan la consulta de materiales complementarios y el uso de internet para fomentar la investigación.
Curso “Escuela 2.0. El aula digital de Castilla- La Mancha”. Uso de la PDI, Molina de Aragón, 2010